viernes, 29 de febrero de 2008

de todas formas

Morirías en sus brazos,
el te llevaría al cementerio y te recostaría en sus escalinatas
- Chacarita, aunque te duela,
no das para Recoleta-
Le dejaría unos pesos al cuidador y te enterraría en algún cantero
sin cajón
como vos lo pediste.
La idea de la muerte,
estabas monomaniaca
Te gustaba escribir sobre los mendigos,
decías que no
pero te reías de ellos,
los envidiabas porque
-¡eran tan reales!-
duermen sobre la realidad
y vos no creías nada,
te gustaba ir a escuchar misa
porque te calentaba el cura
Otra noche le preguntaste
¿me matarías si te lo pido?
Sí, contesto
Te asustaste un poco
y le diste la espalda,
el se quedo mirando el techo
y vos la puerta del baño.
Más tarde se lo pediste
y lo hizo,
Morirías,
sus brazos te llevarían
al cementerio y te recostarían
- Chacarita, aunque te duela no das para Recoleta-
te enterraría en algún cantero
como vos lo pediste.
Estabas monomaniaca
Te gustaba escribir sobre los mendigos,
-¡eran tan reales!-
y vos no creías nada,
te gustaba ir a escuchar misa
porque te calentaba el cura
Otra noche le preguntaste
¿me matarías si te lo pido?
Sí, contesto
Te asustaste un poco,
el se quedo mirando el techo
y vos la puerta del baño.
Más tarde se lo pediste
y lo hizo,
Morirías,
te enterraría en algún cantero
como vos lo pediste
te reías de ellos
los envidiabas
Te gustaba escribir sobre los mendigos
te calentaba el cura
le preguntaste
¿me matarías si te lo pido?
Sí,
vos no creías nada,
y lo hizo,
Morirías
.
La idea de la muerte,
estabas monomaniaca
,
decías que no pero,
¿porque
-¡eran tan reales!- ?
duermen sobre la realidad
y te gustaba ir a escuchar misa
porque te asustaste un poco.
y le diste la espalda,
el se quedo mirando el techo
y vos la puerta del baño.

Desdicha

Al fin la noche petulante
se fue a dormir,
los colectivos con la resolana
comienzan a tragar personas,
otra vez,

La jaula del pájaro esta abierta
y el desdichado tiembla en un rincón
corre tinta por su sangre
tiene frió y los huesos huecos,
no canta pero de día se cree jilguero,
seca sus alitas al sol
picoteando los barrotes oxidados
nesecita ayuda,

Una mano grande que lo tome
y le tuerza el cuello,
que lo apoye sobre su excremento
y los restos de alpiste;
que lo deje agonizando,
de día todo esto de día
así al llegar la noche podrá reírse de la luna
y escupirla, sin miedo alguno,

Ya no sirve ni para la polenta
y es profunda la tristeza
porque jamás podrá cerrar los ojos,

Los restos de café lo molestan
la cáscara de naranja perfuma
la podredumbre de esa bolsa de
supermercado, ni el lujo del
incinerador se podrá dar,
con suerte lo compactara
el camión recolector y
encontrara la paz.

lunes, 25 de febrero de 2008

Pruebe que bueno es el Señor

El Párroco deja de hablar y
baja la vista para buscar un salmo.
Aprovechando el silencio, Ella,
que había llegado tarde
se eyecta del asiento de la anteúltima fila
y grita bien fuerte con vos de angustia-desesperación-
esperanza
- ¿Alguien se quiere casar conmigo?
El silencio y los techos
altos son algo horrible
- ¡Me suicido, les juro que me suicido, me suicidio acá!
Se mira, tiene las tetas como pasas de uvas,
el vestido de novia tiene manchas de café con leche,
el ramo es un malvón rojo en maceta de plástico negra,
y tiene soquetes rosas con varices violetas.
Tiembla,
porque es Julio y
Domingo de mañana.
Las señoras de la primera fila
hacen ruidos de cotorras
y ella aprieta los puños y taconea
- ¡Me muero acá!
Se dirige corriendo hasta el altar
y empuja al cura, se caen los dos
Intenta levantarse y
la Biblia y el cirio pascual
caen también,
gimiendo desorbitada
saca un gotero de la cartera
y lo agita por el aire,
- ¡Me mato, si nadie se casa conmigo me mato!
se come la ostia, llena el vino de gotas
y brinda con la cruz;
un Hombre rompe el alboroto
- Yo me caso piba, yo me caso con vos ahora
pero no te mates que me deprimo,
sos hermosa, sos linda,
a ver... sonreí un poco mostrame...
Y se ríe y llora al mismo tiempo,
y tiembla y al hombre le cuesta
caminar pero se acerca de a poco,
Ella agarra la copa y mirándolo
la acerca a su boca
- Vamos abuelo!!
gritan adolescentes
el Abuelo sonríe y se para frente a ella,
Se miran, tiembla, mira la copa,
sonríe y la toma de un sorbo
una gota violeta baja por su cuello,
- ¡No piba!
el Abuelo la abraza bien fuerte y bebe la gota
de un chupón, el cura y los monaguillos
intentan separarlos mientras las convulsiones
alborotan el santuario,
gritos de actriz y ellos dos en el suelo
- ¡En la casa de Dios!
- ¡Inaudito!
Unos jóvenes rapados se encargan
de llevárselos a la sacristía y una
señora barre el malvón,
Hace un frió tremendo.

lunes, 18 de febrero de 2008

Sencillo ejercicio de botanica y maternidad.

Y entonces ya no eran las mariposas del botánico las que perseguían al dulce niño sonriente. A los retos de su madre le salían alas de los omoplatos.
Corrió hacia el jardín de los cactus donde se escondió bajo la sombra de uno muy alto y los retos dejaron de molestarlo.Oyó a otros niños que corrían riendo y se asusto, el dulce niño presionaba sus rodillas contra sus sienes. Lágrimas, mocos y arena con colillas de cigarrillo. Probo una, escupió y siguió llorando. Olor al abuelo y caca de gato.Los cactus intentaban calmarlo pero lo único que lograban era pincharlo y provocar mas llanto.Mama y los retos se escuchaban cada vez mas cerca.El dulce niño sonriente se hizo bolita y permaneció callado. Los retos perdían la batalla contra los cactus y volvían lastimados, Mama los enviaba de vuelta pero cobardes llenos de espina y moribundos volvían a la cartera.
Sin más retos Mama entro haciendo perrito y llorando también. Se le veía la bombacha y los cactus se la miraban. Erectos, sin chistar. Encontró muchas colillas de cigarrillo y apoyo su mano sobre caca de gato. Vio al niño y abrió la otra maño sobre la arena, - acá estabas.
En catorce patas fue hasta Mama. Besos, y después mientras esperan el colectivo frente a La Rural un helado naranja de palito.
Cae el Sol y Garibladi resplandece, enorme, blande su espada sobre una bailanta.

martes, 5 de febrero de 2008

gusto de vos

El croar de las ranas
emerge desde tu vagina
ese olor a pantano
y a pejerrey del báltico
bioma de preocupaciones
y más desocupaciones.
la bombacha de lunares
estrella el cielorraso.
gusto de vos igual,
como gusto de los cordones
y de las bocacalles,
como gusto del adoquín
y del aceite y el agua,
la ciudad huele personas,
a mí.
el croar de la rana tal vez
emerge de mi calzoncillo
o del hongo de mi entrepierna.
me exigen un baño
de soda cáustica.
efervescencia de mis heridas.
presume entre los adoquines
sus avenidas y palacios
el imperio hormiga, la frescura
interminable
de un porte de hormiga
o de adoquín.
la soledad es estar
arrodillado frente a un colectivo
y con la nariz entre los adoquines,
llenarse los orificios nasales
de hormigas y sonársela
contra el parabrisas.