viernes, 7 de marzo de 2008

3

A las dos horas.
En el suelo del balcón.
Entumecido, la cabeza perdida sobre un helecho
y el cuello totalmente violeta.
- desde el cielo: ¡Ps, ps, despierte!
Eh, si. Si acá estoy
- desde el cielo: Vaya a preparar el café con leche.
Si, señor
- desde el cielo: Prepare tostadas también.
Si
- desde el cielo: Déjelas donde usted estaba recostado, y cierre la ventana.
Listo
- desde el cielo: Bien, siga con sus cosas.